"Las parábolas de Jesús
son el eterno modelo de enseñanza:
usar la imagen, ser sencilla
y dar bajo apariencia simple,
el pensamiento más hondo"
Gabriela Mistral
Los evangelios sinópticos resaltan la particular manera de enseñar de Jesús, el Maestro Popular de Nazaret. Este Maestro y Profeta desarrolla un estilo particular en su acción educativa tal como los evangelios nos los transmiten; él se dirige a la multitud y prioriza un recurso discursivo que le permite desarrollar su propuesta de anuncio, de vínculo, de construcción de conocimiento, de análisis, de trabajar con los contrastes y las contradicciones, de confrontar con sus contradictores; todo esto a través de parábolas (machal en hebreo). Marcos nos propone un relato con una bella descripción de una "clase típica" de Jesús:
"Otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en la tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas" (Mc 4,1-2).
Tenemos aquí una multitud tras un maestro itinerante que enseña en parábolas; el relato de la comunidad que hace memoria en el evangelio nos sugiere esa especial cercanía entre la multitud, el Maestro y las parábolas. ¿Qué es lo que constituye esta "especial cercanía"? ¿Por qué y para qué Jesús opta por este "eterno modelo de enseñanza" como lo llama Gabriela Mistral? Muchas veces hemos profundizado en los estudios bíblicos sobre la teología de las parábolas, pero muy poco hemos trabajado sobre su contenido pedagógico. Las parábolas nos aportan una verdadera "novedad" pedagógica que muchas veces termina siendo ocultada por la premisa teológica/catequística; justamente este eje pedagógico queremos resaltar y desarrollar aquí.
ALGUNAS CONSTANTES EN LAS PARÁBOLAS
En un primer acercamiento al género literario de las parábolas llaman la atención algunas constantes que sobrevuelan el desarrollo literario de estas unidades literarias. Señalamos algunas:
§ Lo común a partir de lo diverso
Cada parábola representa una situación humana particular que requiere ser atendida pedagógicamente, necesita ser reflexionada (reflejada, especulada, la acción del espejo). Esa particularidad es visibilizada, valorada e incluida en el relato evangélico a modo de "espejo" o "modelo" para ayudar a otras realidades similares. El evangelio como relato de la comunidad es construido a partir de esta diversidad de particularidades. La comunidad cristiana valora, incluye y visibiliza la diversidad y la pluralidad humana. Por eso comprendemos la enorme diversidad de las parábolas tanto de las que quedaron estratificadas en el canon cómo las presentes en los relatos extra canónicos.
§ Las parábolas en la memoria infantil / afectiva
Las parábolas están ligadas a la memoria de la infancia en los procesos de educación cristiana de muchos y muchas creyentes. ¿Quién de nosotros/as no recordamos en nuestros primeras etapas de la educación en la fe alguna parábola que perdura en la memoria? Ellas se vinculan con la imaginación, la fantasía y la dimensión narrativa de nuestras identidades creyentes. El hecho de ser un relato ficticio permite una cercanía a la experiencia de oralidad infantil. Además el relato parabólico está ligado a hechos o momentos profundamente afectivos de la vida de las personas. Estos hechos de la vida fueron asumidos a partir de la "solución feliz" ofrecida por los "hechos ficticios". Las personas encuentran en la parábola una pista, una luz, una guía, una fuerza que les ayuda a afrontar sus dificultades y adversidades. La relación ficción-realidad en la pedagogía de las parábolas suscita aprendizajes para la vida.
§ Sentimiento, ideología y simbolismo
Las manos, las ovejas, los corazones, el árbol, la mano abierta como un corazón expresan simbólicamente un sentir y una opción de fe que tiene que ver con solidaridad, acogida, afecto, reconciliación, esperanza, servicio, etc. Las parábolas tienen la cualidad de expresar simbólicamente la experiencia de fe y los "esquemas" mentales (imaginarios y representaciones) y sentimentales que ella va suscitando en la estructura profunda del ser humano. El eje simbólico que dispara cada una de las parábolas (tal como siguen operando en nuestra memoria) manifiesta de manera significativa la opción y la experiencia de fe que nos liga a Jesús y su comunidad discipular y la posibilidad de vivir hoy la propuesta del Reino. La parábola ayuda a construir esquemas mentales simbólicos en sintonía con el "esquema mental simbólico de Jesús, que es dónde está la clave para saber cómo él veía al mundo, cómo reaccionaba y cómo actuaba".
§ La cotidiano en las parábolas
La vida cotidiana está llena de parábolas y éstas a su vez hablan de lo cotidiano en tiempo de Jesús. Lo cotidiano es el lugar de la parábola. Allí es donde ella desafía, cuestiona, ilumina, enseña. La pedagogía de Jesús busca afectar lo cotidiano, transformarlo, desarrollar aquella sensibilidad particular que nos constituye con las competencias necesarias para el cuidado de la vida en la cotidianeidad. Que dicha cotidianeidad, el día a día, esté presente como dinámica del descubrimiento de la propuesta del Reino parece ser no algo accesorio sino central en la propuesta de Jesús. El Reino entonces acontece en lo cotidiano, la vida "común y corriente" se aproxima a lo que Dios quiere y desea para la humanidad. El Dios de lo ordinario confirma esta búsqueda propuesta de hacer de lo ordinario algo extraordinario (un Kairos) y no a la inversa: nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres, no en hacer cosas extraordinarias en lo ordinario, sino en hacer de lo ordinario algo extraordinario. Lo cotidiano es el mejor lugar de lectura de la parábola. Si nos hacemos la pregunta ¿a qué se parece el Reino de Dios hoy? los términos de comparación los hallaríamos en lo que constituye hoy nuestro cotidiano educativo.
§ La sabiduría en parábolas
La sabiduría tiene que ver con el aprender a vivir y con el saber vivir. Obvio que estos niveles de aprendizaje son alcanzados mediante la acumulación cualificada y responsable de la vida como experiencia. En este sentido no podríamos pedirles a los niños y a las niñas que elaboren parábolas de manera inmediata, lo que no impide, por supuesto, que podamos asumir las claves pedagógicas para nuestra intervención educativa. Quienes más han vivido y más han aprendido de la vida serían quienes más pueden enseñar en parábolas. En Israel la edad mayor comienza a los treinta años. Es la edad de la sabiduría, de la autoridad, de la enseñanza. Es edad propicia para comenzar a enseñar en parábolas. Mucho más en el caso de un maestro itinerante y popular como Jesús, quien optó por enseñar "muchas cosas por medio de parábolas" Mc 4,2.
§ Narrativas y utopías
Las parábolas pertenecen al campo de la narrativa y de la oralidad. No es lo mismo leer una parábola que escucharla. Son relatos teológicos elaborados a partir de la experiencia de la vida, para ser contados y escuchados colectivamente. Suponen la interacción del narrador, la narración y la comunidad audiente; implica la constitución de identidades diversas, dinámicas significativas en equidad y en diversidad. Así se educaba Israel escuchando, preguntando, conversando y discutiendo con los maestros. Escuchar historias y parábolas ejemplares, en donde la vida es relatada y re-creada con fines educativos constituía la "escuela pública" por excelencia en Israel. La plaza, los caminos, la posada, el taller, los pozos, la casa, la mesa, la cama; allí donde se conversa, se escucha, se discute, se ríe, se descansa y se sueña transcurre el saber parabólico. Tanto la vida como la fe, en tanto experiencia que se comunica comunitariamente, se hacen relato educativo. Las parábolas pertenecen al mundo de la vida y de la fe que se relata. Esta dinámica narrativa favorece abrir la vida y la fe al horizonte utópico. Es por ello que el relato parabólico es por excelencia un relato de vida, de justicia y de esperanza. Es teología narrativa.
TRABAJO GRUPAL
GRUPO 1 y 5: Marcos 4,1-9
GRUPO 2 y 6: Lucas 10,25-37
GRUPO 3 y 7: Mateo 25,1-13
GRUPO 4 y 8: Lucas 15,11-32
· ¿Qué dice? Nos interesa identificar el tema o contenido de la parábola y su desarrollo. No nos interesa discutirlo o profundizarlo en cuanto tema o perspectiva teológica. Hacer una comparación y una "clasificación" de temas podría darnos provechosas sugerencias para un trabajo posterior de profundización. · ¿Cómo lo dice? Identificar y describir los recursos y las mediaciones (literarias, simbólicas, comunicativas, etc.) que usa Jesús para desarrollar el contenido de la parábola. Es recomendable tener algunas informaciones sobre el uso de estas mediaciones en la tradición oral de Israel y en general de los pueblos del Cercano Oriente. · ¿Cuándo lo dice? Los momentos y las circunstancias contextuales propicias para el desarrollo de la parábola y su relación con los momentos antecedentes y consecuentes. Ubicar la parábola en el contexto narrativo del relato. · ¿A quiénes lo dice? Oyentes de la parábola y actitudes y reacciones. Comparar la actitud de la multitud, de los discípulos y de los contradictores. · ¿Para qué lo dice? Descubrir la función política, ideológica, religiosa y ética de la parábola. |
CLAVES PARA NUESTRO ESTUDIO
Solo quiero colocar algunos puntos o ideas para seguir profundizando en la pedagogía de las parábolas. Las siguientes apenas nos introducen en un campo amplio y profundo a trabajar:
§ La pedagogía de Jesús
Las parábolas hacen parte de un planteamiento pedagógico mayor en la propuesta educativa de Jesús. No podemos desligar las parábolas de esta experiencia ni mucho menos reducir la pedagogía de Jesús a las parábolas. Estas, junto con las preguntas, las señales y prodigios, los gestos, la itinerancia profética, los discursos y conversaciones, los silencios y las oraciones, las discusiones y las imprecaciones manifiestan coherentemente una opción educativa en donde se desarrolla el diálogo de saberes, el discernimiento crítico, la relación pedagógica igualitaria, la construcción colectiva del conocimiento y del relato, la reconstrucción y recuperación de la memoria/identidad, la escucha discipular, la lectura comunitaria de los textos sagrados, la formación de la conciencia emancipatoria, la hermenéutica simbólica... todo ello con el fin de anunciar el evangelio (kerusson to evangelion) del Reino de Dios. Podríamos decir que la pedagogía de Jesús es la pedagogía del Reino, es la pedagogía de Dios. En este horizonte de relación entre revelación y pedagogía articulamos la especificidad de la pedagogía de las parábolas.
§ Parábolas, pedagogía y dimensión socio/política
Entre las acusaciones que hacen las autoridades judías en el proceso contra Jesús ante Pilatos hay una que tiene que ver con la dimensión política de su acción educativa. Dice que "alborota al pueblo enseñando" (Lc 23,5). ¿Qué enseñanza es ésta que alborota al pueblo y amenaza a las autoridades? Si las parábolas es una de las principales mediaciones de la enseñanza de Jesús, igualmente podemos percibir en ellas una explícita intencionalidad política e ideológica. Juan Luis Segundo enfatiza en ello al hallar que las parábolas reafirman y profundizan las bienaventuranzas: "El Reino viene a pesar de todo, y viene para los pobres y marginados, aunque sean pecadores, porque en sacarlos de su situación inhumana está la alegría de Dios"; critican y confrontan los mecanismos ideológicos de la dominación pues "muestran cuáles son los verdaderos pecadores de Israel y cómo su pecado, el de deshumanizar a los demás, proviene de (o se cubre con) una lectura defectuosa y, desde el comienzo (hermenéutico), inhumana de la ley de Dios"; con lo que desmantela "la ideología religiosa que encubre y justifica la opresión de los pobres de Israel: su identificación con "los pecadores". Es así como las parábolas "aparecen como un complejo y compacto mecanismo anti-ideológico puesto al servicio de los pobres y pecadores, los beneficiarios del Reino". Obvio que percibimos en ellas una honda vena profética coherente con la propuesta y el proyecto de Jesús.
§ El "juego" discursivo de los espejos
En las parábolas y relatos de milagros "el problema de la significación se plantea con toda su agudeza", pues tanto lo uno como lo otro exigen una interpretación, lo que los hace particularmente propicios para explorarlos desde la semiótica.
Mediante "el juego de una enunciación distanciadora que las convierte en historia contadas por un narrador, las parábolas se presentan como relatos ficticios" en contraste con los demás relatos evangélicos que se presentan como históricos. Así tenemos una correlación entre un relato enunciante (primario) y un relato enunciado (secundario) que como "ficciones representan en una escena apenas desplazadas las vicisitudes de la vida corriente", en donde los oyentes del relato primario, como en un espejo, "ven interpretadas por otros actores, las acciones que ellos podrían realizar por sí mismos", con lo que adquieren un significativo aprendizaje en el orden del saber-hacer que "no anula la distancia entre la ficción y la realidad, sino que la mantiene en el orden del juego. Y en el juego parabólico es donde los oyentes encuentran, semánticamente, la solución del problema". La parábola "constituye un discurso tipo al cual podrá referirse la interpretación propiamente dicha de los acontecimientos referidos en el relato primario", con lo cual entraríamos en el campo de su aplicación histórica. El problema en cuanto al uso práctico del saber-hacer que la parábola proporciona estaría planteado no tanto en encontrarle "una significación nueva, sino de referirla correctamente a una situación nueva". Tenemos aquí un específico aporte educativo: "mirar" y aprender en el espejo de la parábola para afrontar con mejores conocimientos y posibilidades las "vicisitudes de la vida corriente".
§ La utopía "escondida" en las parábolas
Comparar "este mundo" con otro "totalmente diferente" (eu topo), aunque imaginario, puede suscitar iniciativas creadoras de nuevas posibilidades de estar en el mundo. La ficción parabólica "anticipa con vistas a un mundo futuro e implica una crítica del mundo presente" disponiendo a sus oyentes para que a partir "de sus preocupaciones ordinarias, de sus afanes cotidianos, de sus comportamientos fijos, puedan entrar en un mundo nuevo, en el que otras lógicas sean posible y en el que hacen la experiencia de una nueva manera de ser y de obrar", a la vez que los "entrena", mediante el juego de simulación, para la acción coherente con la opción preferencial del evangelio. Los oyentes, una vez que han abierto su mundo, son invitados a traducir en la práctica, a partir de lo que ellos mismos hacen, el modelo propuesto. Al fin y al cabo esta es la "respuesta" que exige la parábola: el cambio de práctica, la conversión. El arte de Jesús, en cuanto maestro narrador de parábolas, está en la introducción de lo "inédito" en el plano de lo viable, lo onírico en el horizonte de lo histórico, el "sentido" en medio del conflicto y la fuerza, el deseo que confronta la carencia y la exclusión; quizá buscando "mover" este mundo desde otro "totalmente diferente", la utopía plena “del otro mundo posible”.
§ Dinámica de lo vacío y lo lleno
Hemos realizado un acercamiento a una de las parábolas que la comunidad vincula con la práctica educativa de Jesús. Es un buen momento para cerrar nuestro estudio preguntándonos:
- ¿Qué aprendimos en este taller sobre las parábolas?
- Esto que aprendimos ¿cómo lo vamos a llevar en nuestras vidas como educadoras y educadores?
- ¿Qué dicen estos Modelos pedagógicos a la identidad de la Escuela Salesiana desde la lógica de la inclusión?
- Recordando aquella frase de Gabriela Mistral: "Las parábolas de Jesús son el eterno modelo de enseñanza: usar la imagen, ser sencilla y dar bajo apariencia simple, el pensamiento más hondo". Y si hacemos pasar por el corazón nuestros descubrimientos (confirmaciones, necesidades, desafíos, amenazas, etc):
- ¿Cómo re-escribiríamos nuestra parábola para anunciarla en nuestra comunidad?
Preparamos una escenificación de esa Parábola (no más de 5’) para presentar en el plenario.